lunes, 28 de septiembre de 2015

Yo, nunca, pedí un ángel

Yo, nunca, pedí un ángel 
al menos que recuerde, 
aunque cada día pareciera 
que si lo hice alguna vez. 

Porque éste que me enviaron, 
penetra en todo mi cuerpo 
se encierra en el secreto 
de una pasión, que me tortura 
con sus besos, me embriagan 
sus caricias y miro sus ojos y 
estalla mi locura. 

Nunca creí que los ángeles 
se escondan en la oscuridad, 
porque éste, cada vez que 
apago la luz, se gana en mi alma. 

Tal vez Dios, me quiere castigar 
por todas las veces que le he 
pedido amor. 

Éste ángel aparece en mis noches, 
me llena de dulzura, con su nombre 
bombona, le hago el amor, 
sus labios se duermen en los míos, 
me susurra al oído. 

sálvame, si me salvas yo estaré contigo, 
no dejes que muera mi corazón. 

Esas palabras hierven en mi sangre 
desgarran mi piel, ciento un miedos 
extraño porque siento que la amo. 

Melodías son sus manos 
por un momento parecemos dos poetas. 
salpicando sueños, dibujando flores 
en el cielo, en nuestros cuerpos. 

Siento que tiembla...termina...suspira, 
Sus aromas se deslizan en ocultos, secretos, 
oscuros, silenciosos, por mi cuerpo. 

Caminamos desnudos por la habitación,
le abro la ventana, le doy un pico y se va 
en el suspiro de la noche.
Hoy tengo el deseo, 
el placer de querer tenerle nuevamente 
en mi ser, porque  me hace recordar, 
que era toda una mujer 
con su nombre amore entre su piel.

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