Yo, nunca, pedí un ángel
al menos que recuerde,
aunque cada día pareciera
que si lo hice alguna vez.
Porque éste que me enviaron,
penetra en todo mi cuerpo
se encierra en el secreto
de una pasión, que me tortura
con sus besos, me embriagan
sus caricias y miro sus ojos y
estalla mi locura.
Nunca creí que los ángeles
se escondan en la oscuridad,
porque éste, cada vez que
apago la luz, se gana en mi alma.
Tal vez Dios, me quiere castigar
por todas las veces que le he
pedido amor.
Éste ángel aparece en mis noches,
me llena de dulzura, con su nombre
bombona, le hago el amor,
sus labios se duermen en los míos,
me susurra al oído.
sálvame, si me salvas yo estaré contigo,
no dejes que muera mi corazón.
Esas palabras hierven en mi sangre
desgarran mi piel, ciento un miedos
extraño porque siento que la amo.
Melodías son sus manos
por un momento parecemos dos poetas.
salpicando sueños, dibujando flores
en el cielo, en nuestros cuerpos.
Siento que tiembla...termina...suspira,
Sus aromas se deslizan en ocultos, secretos,
oscuros, silenciosos, por mi cuerpo.
Caminamos desnudos por la habitación,
le abro la ventana, le doy un pico y se va
en el suspiro de la noche.
Hoy tengo el deseo,
el placer de querer tenerle nuevamente
en mi ser, porque me hace recordar,
que era toda una mujer
con su nombre amore entre su piel.
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