Gasto lo ojos de tanto mirar
el Paisaje espantoso desolador
de una cama vacía.
Que siempre me responde
como un suspiro lúgubre,
atemorizante, siniestro, aterrador.
La falta de su presencia erguida
como un pimpollo de rosa joven
como el retoño de un viejo clavel
florecido a la luz de un sótano.
indiferente como la indiferencia
que tiene su imagen que me camina
la piel como un gusano, dejando
una estela de color rosa amarillento.
sigo mirando su cama solo
su fantasmal figura
de mujer entre las sabanas
me lleva a la realidad,
de que todavía le sigo esperando
para ser amor entre su piel.
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